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ARETA

El remate de las fachadas de Patricia Bilbao, en invierno

El remate de las fachadas de Patricia Bilbao, en invierno
Los vecinos de la urbanización Patricia Bilbao, de Areta, que alberga 69 viviendas de protección oficial, esperan que el próximo invierno tengan por fin terminada la obra de remate de sus fachadas, que desde que estrenaron sus casas, a finales de 2009, tienen problemas de cerramiento provocando que el agua se filtre por las fachadas de madera y entra en los descansillos de los pisos con fachada de cristal.
Como ya es sabido, la obra se iba a abordar en otoño pasado, según anunció el Departamento de Vivienda del Gobierno vasco, que finalmente tuvo que consultar con el arquitecto redactor del proyecto inicial, el llodiano Luis Mari Uriarte, para evitar discrepancias con el nuevo diseño. En julio pasado, Visesa tenía redactado un proyecto que finalmente ha habido que retocar ante la desesperación de los vecinos. «Nos tememos que con los plazos que necesita la Administración para ejecutar las obras, tengamos que esperar al próximo invierno para arreglarlas», barruntaron.
Los inquilinos han presentado casi un millar de reclamaciones desde que entraron en sus casas. Pese al retraso que sufren las reformas, se muestran satisfechos de las mejoras que se están realizando en la urbanización en las últimas semanas. «Han empezado a picar el suelo frente al número cinco para resolver las filtraciones que se estaban produciendo en los garajes a través de la junta de dilatación», explicó uno de los residentes. Por otra parte, las inspecciones y reformas que realizadas han detectado fallos graves en la ejecución de la obra, como «que en algunos tejados, no hay tela asfáltica, lo que provocará humedades en los pisos superiores», lamentaron los vecinos.
Humedad y electricidad
La lista de irregularidades detectadas en la urbanización es interminable. Se ha denunciado la inundación de los cuartos de calderas, que impidió poner en marcha la calefacción tras las entrega de las casas; las humedades acosan a los vecinos en cualquier lugar, en el tejado, las fachadas, las escaleras, ascensores y garajes; se han producido reventones de tuberías que han afectado a una decena de viviendas; las humedades dificultan el funcionamiento de los ascensores.
La instalación eléctrica presentaba también serias deficiencias y durante varias semanas muchos de los vecinos no podían encender la televisión porque los enchufes carecían de conexión. Con todo, los incidentes más graves han tenido que ver con el desprendimiento de una barandilla desde un quinto piso a la calle y varios paneles de cristal de los que cierran la fachada.
Imagen de las humedades

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